¿Eres tenista y no tienes cuenta verificada?
En la calurosa mañana del domingo se disputó la gran final de la tercera edición del Open S.D. Tiro de Pichón Trofeo Grupo Los Sitios que desde el pasado sábado 15 de junio se ha venido disputando en las instalaciones del club de Zaragoza. Dos jugadores locales, Samuel Arauzo del E.M. El Olivar y cabeza de serie número 6, y Álvaro Fernández del Stadium Casablanca y que había accedido a disputar el cuadro final invitado por la organización, fueron quienes llegaron al último día con la intención de hacerse con el título y los 1.000€ de premio que había en juego para el campeón.
Arauzo, que ya había sido finalista en la primera edición del trofeo, volvía a colarse una vez más en la final y tenía ante sí a la gran revelación del campeonato, que después de deshacerse del primer cabeza de serie del torneo, Jordi Muñoz, en un apasionante partido de cuartos de final, había conseguido eliminar al jugador del club anfitrión Guillermo Ucelay en semifinales.
El partido comenzó con los jugadores haciendo un ejercicio de tanteo inicial, en el que se veía más nervioso al joven Álvaro Fernández (19 años), pero más impreciso a Samuel Arauzo (29 años); conforme fue avanzando el set, las imprecisiones del jugador del Olivar fueron menguando, pero los nervios del joven jugador de
seguían a flor de piel. El primer asalto cayó finalmente del lado de Arauzo por 6/4, con rotura de servicio en el último juego del set.Todo cambió con el comienzo del segundo set. Álvaro tenía claro que debía tomar más riesgos si no quería que la final terminase pronto, y con unos tiros más largos y más abiertos, logró romper dos veces seguidas el saque de Samuel y colocarse 3 juegos a 0 y saque. En esos momentos el partido ya se acercaba a las dos horas de juego, y el calor era un factor que estaba minando claramente el físico de los dos jugadores. Ante esa situación, Arauzo tiró de oficio y decidió acelerar el final del segundo set para ahorrar fuerzas de cara al último y definitivo asalto. El resultado del segundo set fue de 6/0 favorable al jugador más joven.
Llegados a este punto del partido, con el marcador registrando tablas y con el calor haciendo estragos, era difícil apostar por uno de los jugadores, aunque el desenlace del segundo set parecía darle algo de favoritismo a Fernández. Ya desde el primer punto del tercer set, se vio claramente que el final del segundo set había sido un ejercicio de estrategia de Arauzo. Éste comenzó sirviendo con bolas nuevas y eso favoreció su juego de ataque. Estaba claro que si Arauzo quería ganar, tenía que hacer muchos tiros ganadores, y si Fernández era el que quería hacerse con el triunfo, necesitaba meterse todo lo posible en la pista para endurecer los puntos y conseguir que su rival no tuviese bolas cómodas.
Con 2 juegos a 1 a favor de Samuel y saque para Álvaro, Arauzo intentó presionar todo lo que pudo a su rival cuando jugaba con segundos saques, y eso hizo que acabase llegando la bola de break, que Arauzo no desaprovechó. Con 3/1 y saque, se ponía todo de cara para el jugador más veterano de la final, y más aún después de cerrar el siguiente juego cómodamente con su saque. Llegados a ese punto Arauzo pegaba todo lo fuerte que podía en cuanto tenia ocasión y Fernández bastante hacía con tratar de que la pegada de su rival no le desbordase. Con 5/2 a favor de Arauzo, llegó otro momento importante en el partido, ya que el experimentado jugador se puso con 0/30 en el marcador y la sensación de que en cualquier momento podía aparecer la primera bola de partido. En ese momento Álvaro tiró de coraje y, apoyado por la grada que quería que el partido durase más de tiempo, logró remontar ese juego y poner la pelota en el alero de su rival.
Ya llevaban más dos horas y cuarenta minutos de intenso partido, con temperaturas cercanas a los 35 grados en la pista, y los dos jugadores notaban la fuerza del sol y la debilidad de sus piernas castigadas por la dureza del partido. Con 5/3 a favor y saque, Samuel Arauzo tenía la posibilidad de cerrar la final, circunstancia que se presumía factible teniendo en cuenta la solvencia con la que el jugador del Olivar había resuelto todos sus saques en el set definitivo. Pero el cansancio y la tensión de tocar con los dedos el título, hizo que el primer saque plano de Arauzo se quedase una y otra vez en la red en este juego definitivo. A pesar de tener que jugar con primeros-segundos, o directamente con segundos saques, Samuel tuvo su primera bola de partido con 40/30, pero Álvaro Fernández jugó muy bien ese punto y el siguiente, y se puso con una bola de break en el marcador, que le abría la posibilidad de igualar el set en número de breaks. Pero en los dos puntos siguientes la derecha de Arauzo funcionó como un martillo percutor y volvió a ponerse con match ball a su favor. Y llegó el último punto del partido, y sin duda uno de los más bonitos que se vieron en él. Arauzo buscó el ace con un saque plano y volvió a encontrarse con la red; su segundo saque fue restado con profundidad por Fernández y eso le posibilitó ganar pista, de tal modo que Arauzo dejó una bola corta que Álvaro aprovechó para subir a la red; pero un buen globo de Samuel lo hizo retroceder y situarlo en una especie de callejón sin salida, del que supo salir con un brillante “gran Willy” que pasó muy cerca de la red. La bolea no era sencilla pero Samuel la solventó con un golpe de volea de revés en retroceso que acabó botando y volviendo hacia atrás hasta encontrarse con la red, en un efecto precioso que hizo infructuoso el esfuerzo de Fernández por llegar a la bola.
Los dos jugadores se fundieron en un abrazo en la red conscientes de haber brindado un gran espectáculo al publico que llenaba las gradas de la pista central del Tiro de Pichón. El discurso de los finalistas al recibir sus trofeos, con una emocionante dedicatoria del vencedor a su madre recientemente fallecida y que arrasó los ojos en lágrimas a todos los allí presentes, puso el punto y final a un torneo que ha sido un éxito a todos los niveles.